Abandono y encuentro
A Estela y Aleida, mis abuelas
He abandonado tu mar de arrugas dulces
que cobijaban mi sueño
tu mundo de monedas de oro que se contaban
como si fueran mariposas en vuelo
tu peine de nácar y tus cajitas de dientes, de rizos
tus libros de versos
He abandonado tus mágicas anécdotas
tus quesos, tu abanico de sándalo que espantaba mis miedos
he vivido en tu mundo cuando el mío
me ha parecido demasiado imperfecto
he sido mujer de tu tiempo
he comido en el baño
mirando por la ventana a dos personas teniendo sexo
he sufrido tu engaño anunciado en la radio
tu colibrí muerto
y he abandonado tu llanto porque
hoy llevo en mi interior un mundo nuevo
pero aún te sigo sintiendo en mis poros
en cada pedazo de tela que parezca viejo
Abandono y encuentro es el motor que mueve
este velero cargado de sueños
y tendré mi cajita de dientes, de rizos, de trofeos
y mi libro de versos
que dejarán algún día mis pequeños
para seguir navegando en este mundo
de abandonos y encuentros
(Poema publicado en TROPO 3, nueva época).