Norma Quintana

Nocturno

El empedrado desdobla el sonido de los cascos,
un mendigo cobija su hambre
en el zaguán.
La noche es aquel perro que alarga su soledad en un aullido,
el sereno que apaga los faroles,
borrachitos sin horizonte,
la puñalada por la espalda en el callejón de los suburbios
donde alguien se muere de hembra ajena.
La ciudad…
susurros
respiraciones a contra luz,
cortinas apenas molestadas por la brisa,
metal retorcido en flores y volutas, los enrejados
ansia de vida en cuerpo mineral;
jardines
perfume de jazmín, brisa en el centro
del espíritu en calma.
Alguien vela, sin embargo, junto a los postigos
una falda barre, sigilosa, la paz de la estancia en penumbras.
Ojos de obsidiana y miel espían;
el mensajero no tarda…
La ciudad duerme, la casa duerme,
esta mujer no.

———————————————

Jacinta, la de la pólvora

Tiene en la mirada fragmentos de metralla,
carga el fardo del diluvio donde dejó su inocencia y su campana.
Pólvora son su risa y su gemido,
sabe a campamento la piel de esta muchacha
curtida por el humo y la boñiga
y el sudor de mil catres.
Amores que se fueron a galope dejaron ese rastro de ceniza
en sus ojos de poca mansedumbre.
Como esa muerte escondida en carbón y azufre,
estalla en el placer para aturdirse,
es de todos y de nadie.
A través de sus huesos sentirás las nopaleras,
el viento de la sierra
el canto de los gallos.
En su vientre se pudre la nostalgia, mírala bien
y grábala en tu rifle, no la verás llorar.
Sus lágrimas salieron disparadas cuando la arrancaron
de su casa y mancillaron su cuerpo adolescente.
Eran sólo dientes, hedor y ojos turbios,
no supo cuántos…
Ahora se ocupa de la pólvora
para volar el maldito olor a caballo y a trapos resudados,
para mandar al cielo su maldita suerte.
(Poemas publicados en TROPO 6, nueva época).

Norma Quintana. Licenciada en Lengua y Literatura Hispánica, con especialización en Literatura Hispanoamericana, por la Universidad de La Habana. Lleva más de tres décadas dedicada a la docencia, la investigación, la crítica literaria y la promoción cultural. En 1995 y 1996 obtuvo de forma consecutiva el premio del concurso estatal “Poesía para la mujer”, convocado por Instituto Quintanarroense de la Mujer. Ha sido dos veces becaria, en la categoría de creadores con trayectoria, del Programa de Estímulo a la Creación y el Desempeño Artístico (PECDA).

PHP Code Snippets Powered By : XYZScripts.com