Los poemas del libro Larvae, de Sinae Dasein, transitan el espacio de la muerte creado por el lenguaje. El sujeto lírico forja una alianza con lo que puede llamarse la espectralidad de los sujetos que habitan, merodean entre las páginas, como la madre del autor que, en una especie de resurrección, cobra vida en el poema, es la vida del poema. Cada imagen es, como la poeta Sara Hernández ha escrito en la contraportada, una esfinge o fruto que desafía al lector a extraer su jugo jeroglífico, su sentido.
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lo que viene del cuerpo la marea de un tú
recién nacido que se arrastra dentro de nosotros
como fulgor el breve latir de una misma sombra
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ruido negro tras la tormenta
de amapolas: carbonizada
la escritura fosforece su verdad
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se abre la fiebre de sus huesos el fruto
calcinado de la noche que la marea de las palabras
penumbra a través del ilimitado tropo del silencio
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ceguera de los ríos: el augurio de un lenguaje
esfinge en cada verso en cada vértigo
que tú llamas que llamea en la casa del no-ser
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Schwarze Nachtschatten
sigues en pie
con tus rimas de esperma
y remas ―deshojado―
hacia el aliento
rimas con el muñón estelar
que cabalgó el reverso magnético de la noche
(¿cuándo gargareabas las aguas negras de los narcisos
y el peso de la muerte no era más que un artefacto hueco
una estancia vacía?)
remas hacia su encuentro
subes a través de ellos bajando por ti mismo
hundiéndote:
dentro de ti fecundan una lengua
un país de nóes de silencio
sus raíces religan las sílabas
las bayas de la noche
que hicieron arder
dentro de la bota enfangada del guerrero servidor
―tú reúnes sus fragmentos
reconstruyes sus sombras al ritmo del corazón―:
vino también un tú
constelado de lirios blancos
la hierba de ceniza
cabalgando por tu cuerpo
y lo que en ti ―mamá―
desde el abismo
azulea nuestros cálamos
la niebla despunta por la borda de lo desierto
sobre las ciénegas se yerguen
las córneas de queratina
que acorazan las palabras
―su irrefutable testimonio―
alrededor de tu frente de noche
y-más-Noche
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Sinae Dasein (Ciudad de México, 1980) ha asistido a varios talleres literarios y publicado la mayor parte de sus poemas en las revistas Tropo a la uña, Cracken y Vértice. Formó parte del equipo que fundó la revista de difusión electrónica Salvo el crepúsculo. Ganador del primer concurso de poesía en la ciudad de Cancún, Fiesta de la paz, con su primer libro, Larvae. Ha traducido a Louise Glück, Fernando Pessoa, Gastâo Cruz y Denise Levertov para la revista electrónica Vértice.