Élmer Mendoza. Justicia y ambigüedad moral

Ma. Ofelia Arruti

 

Besar al detective (Literatura Random House, 2015, 256 pp.) es la cuarta entrega de la serie protagonizada por el entrañable personaje creado por Élmer Mendoza, el detective Édgar, el Zurdo, Mendieta. La novela empieza con una emboscada a la capisa Samantha Valdés, la jefa del cártel del Pacífico. En el tiroteo que se desata durante la emboscada, la capisa sale gravemente herida. Sangrando por nariz y boca, es trasladada de inmediato por su gente a un hospital para que la atiendan.

Al mismo tiempo, los detectives el Zurdo Mendieta y Gris Toledo se encuentran investigando la escena de un asesinato. El muerto, Leopoldo Gámez, es un conocido adivinador y los detectives no tienen idea de quién habría podido querer matarlo. Por su parte, el Cuerpo, la conciencia lúdica de Mendieta, se divierte con la organizadora de la boda de Gris, que lleva a goces inesperados al Zurdo Mendieta.

Custodiada por la Policía Federal en el hospital de Culiacán donde se recupera muy lentamente, Samantha Valdés ya está preparando su huida y, para ello, le pide ayuda al Zurdo Mendieta a cambio de ayudarlo en sus pesquisas del asesinato del adivinador. Así, sin quererlo realmente, el Zurdo se ve involucrado en la fuga de la capisa, pero esta no sale nada bien y, en la nueva balacera que se desata, se hace evidente la colaboración de Mendieta con Valdés. El comandante Briseño, el jefe del Zurdo, le ordena que se esfume, pues se ha convertido en objetivo de la policía federal.

Se entera entonces de que secuestraron a su hijo Jason y, con el apoyo del cártel, se traslada a Los Ángeles, donde Jason vivía con su mamá. Ahí, se topa con el FBI que quiere ayudarlo a encontrar a su hijo a cambio de que entregue a Samantha Valdés.

Como dice la sinopsis de la editorial, “Besar al detective es una novela policiaca donde se explora la ambigüedad moral que existe en el entorno del narcotráfico y en las distintas instituciones que supuestamente lo combaten”.

No cabe duda de que Élmer Mendoza, considerado por muchos como el padre de la novela negra mexicana, es un maestro de este género. Su peculiar estilo de integrar los diálogos en la prosa sin ningún tipo de marcas convencionales y los abundantes giros coloquiales que impregnan toda la novela le imprimen al relato un dinamismo trepidante. El narrador prácticamente desaparece y tenemos que adentrarnos en los pensamientos de los personajes a través de sus relaciones con los otros personajes que, con sus diálogos, nos van dando cuenta de la acción. Entre sus innovaciones estilísticas, hay algo que en lo personal no me gustó y es ese juego que hace con el uso de las mayúsculas y minúsculas que pueden confundir al lector inexperto y que, en mi opinión, no está de acuerdo con el carácter de miembro de la Academia Mexicana de la Lengua Española que ostenta el escritor. Pese a todo, es una novela que ningún lector debería perderse.

 

Élmer Mendoza nació en 1949 en Culiacán, Sinaloa, donde aún sigue viviendo. Es catedrático de literatura en la Universidad Autónoma de Sinaloa y miembro correspondiente de la Academia Mexicana de la Lengua Española. Ha escrito El amante de Janis Joplin, que obtuvo el XVII Premio Nacional de Literatura José Fuentes Mares. Balas de plata (2008), la primera novela de la saga del detective Mendieta, obtuvo el Premio Tusquets Editores de Novela. Después escribió La prueba del ácido (2010) y Nombre de perro (2012), ambas protagonizadas por Édgar, el Zurdo, Mendieta.

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María Ofelia Arruti. Es traductora, editora y correctora de estilo. Radica en Cancún desde 2003.

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Reseña publicada en Tropo 14, Nueva época, 2017.

 

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