para saberme viva
fui concebida en un encuentro hidrocálido
mamá y papá, seres de costa
mi etapa embrionaria
anfibia
en un charco con el torrente que se expande
nací
en la habitación pluvial 1996
y abrí la boca
lista para la recibir la cascada
nací
con la suficiente sed que se requiere para saber que estaba viva
latente, fluvial
crecí junto a la costa y el manglar
miré el mar desde múltiples piscinas
la lucidez piscícola me susurraba a borbotones, a gotas, a tintineos salados
me decía
“te quiero, cardumen evaporado, te quiero marea leve, cristalina, y feliz
así,
te quiero en el agua
flotando,
nadando
sabiéndote agua
te quiero en el agua
porque ahí es donde te expandes y te sientes completa
y eres el canto de los peces
el recorrido persona-navío-remo
así
testigo del anhelo
en nuestros ojos de agua, islas navegantes”
la lucidez piscícola no tiene orden en el oleaje
a veces la histeria del útero primero
a veces la calma
la amistad
el autorreconocimiento
aquel vivir del mar
aquel vivir de portarlo en el nombre Marijose
y este rostro es de uno de la edad de 23 años
mi mirada, manto acuífero cancunense
se amolda en la ciénaga
desde este encuentro
los aleteos de la imaginación
desde la imaginación
la pérdida de mi identidad como sumergirme en el agua es desapegarme de mi cuerpo
desde este cuerpo
que soy varias veces distintas cosas pero el reflejo de la luz en mi rostro es algo
que me relaja
y hay un silencio sigiloso, pero logro entender a los peces
y a las aves y por qué los devoran
hay un ciclo, formo parte de él
me presento como niña de costa
o de azulejos diminutos
pero traigo, llevo, soy, la dicotomía
mar-manglar
y me veo reflejada en el peso turbio
con las manos como cuencas
y el silencio ovíparo rumoroso
Marijose
toda la vida bivalvia
toda la vida molusco
Marijose
y la muerte… no sé
Marijose Romero Alonzo (Cancún 1996). Artista multidisciplinaria en el campo de la fotografía, video, bordado, video mapping e iluminación. Licenciada en Audio y Multimedia por parte de la Universidad Tecnología Turística Total y estudiante de la Licenciatura en Artes Visuales en la Escuela Superior de Artes de Yucatán. Su trabajo se centra en metáforas y reflexiones propias sobre el cuerpo, la identidad, ser mujer y el deseo. Ha realizado múltiples publicaciones de manera autogestiva como Selfie tornasol (2016), Calladitas NO nos vemos más bonitas (2016), Anfibios: doble vida, doble moral (2017) y Hervidero (2021). Sus poemas has sido publicados en Tropo a la uña, así como en la antología cunts: Antología Feminista — Queer (Ojo de pez, 2018). Su obra se ha presentado en distintos espacios de arte contemporáneo de Yucatán como el Centro de Artes Visuales (CAV), Proyectos Espectra y Centro Cultural Colibrí.