Saulo Aguilar Bernés
Todo tiene queso de bola en Chetumaldito. Las marquesitas tienen queso de bola. Las empanadas están rellenas de este. Hay sándwiches de pollo en escabeche y panecillos de levadura con queso que se llaman queques. Hay pasteles, flanes y crepas. El furor llega al grado de realizar un festival gastronómico-cultural titulado “La Feria del Queso de Bola”, mismo que se celebra todos los años, pero este año habrá una gran sorpresa porque el alcalde buscará su reelección.
Dos días dedicados al queso de bola en la ciudad. Edificios públicos engalanados de pendones rojos y amarillos. Las fuerzas armadas, la policía y las dependencias de gobierno desfilando para conmemorar las fiestas lácteas. Así a las 11 de la mañana del día 6 de octubre, el alcalde dará su tradicional discurso e izará la bandera a media asta en ceremonia cívica dedicada a la bola roja más popular en la capital.
Se organizan charlas en las escuelas para que las infancias conozcan la historia de la llegada del queso de bola a Chetumaldito. No muchos saben que, en realidad, se llama queso Edam, como la ciudad holandesa en donde se fabrica, que se sala en salmuera, se deja caer una esfera grande de queso en cera roja muy caliente o que se hace con leche de vaca.
Tras mirar el documental “Queso de bola: la historia al descubierto” terminan por entender su importancia cultural para una ciudad del Caribe mexicano que fuese declarada zona libre en los años 70´s. De ahí las tiendas de ultramarinos con jamón enlatado en Dinamarca, chocolates traídos desde España, nueces producidas en Estados Unidos, dulces de la India que nadie logra definir y galletas danesas de mantequilla cuya lata redonda terminará llena de hilos, agujas y botones en los cajones de las abuelas.
Por estas fechas el instituto de cultura y las artes convoca un certamen de poesía llamado “Queso en sus letras”. Este no puede declararse desierto y siempre lo gana una anciana maestra de primaria que escribe poemas rimados. De aquí proviene una antología poética titulada Sueños de queso. También se realiza una magna exposición pictórica en donde pueden observarse bodegones, cuadros con flores y demás retratos del queso de bola pintados por esposas de funcionarios públicos. Algunas rompen canicas o pegan hilo de estambre sobre papel cascarón para lograr una textura más original. Todas las participantes, casi las mismas desde hace más de 30 años, aprovechan la gala del evento para portar sus mejores vestidos de noche y enterarse de los chismes más recientes en la comunidad.
Todo esto en el marco del primer día de actividades, junto a la imperdible cena-baile que convocan las instituciones de gobierno y los miembros de la cámara de comercio.
La segunda noche acontece un magno concierto en donde se presenta alguna estrella mexicana en decadencia como Alex Sintek o Alejandra Guzmán. Telonean grupos locales de los más diversos géneros musicales, comprendiendo un extenso abanico que va desde la música popular mexicana hasta el rap-consciencia. En años anteriores participaron un par de bandas de hardcore punk y black metal que no agradaron mucho al público pues sus respectivos temas, “Muerte al queso-Estado” y “Kvlto del queso satánico”, provocaron abucheos y conatos de riña entre borrachos, mismos que las fuerzas del orden tuvieron que aplacar. Este año la presentación estelar estará a cargo de la cantante mexicana Fey.
Hay malteadas, pizzas, sopes, panuchos, salbutes, tostadas, gorditas, kibis, ensaladas, cortes de carne, tacos, botanas, galletas y hasta mojitos con queso de bola. Una marisquería local ha cobrado fama pues sirve un platillo especial conocido como “Mar y Queso”, que consiste en un queso relleno de mariscos salteados a las finas hierbas.
Está en todos lados. Sin importar tu clase social, orientación sexual o color de piel. Aguarda en cualquier tienda, en tu alacena o refrigerador. Por eso aprendes a amar este queso, porque el amor entra por el estómago y todo lo que puedes disfrutar desde tu primera infancia es la tersa sensación salada deshaciéndose dentro de tu boca.
Si hay algo que las personas de esta comuna aman con tal vehemencia es al queso de bola. De ahí el afán por presentar una esfera de bronce gigante de una tonelada y en la que se encuentra grabado el escudo de la ciudad. Sabe el alcalde que esta se convertirá en un icono local, que la gente se tomará selfies y subirá historias con la mentada estatua. Algo que siempre se recordará junto a su nombre grabado en la placa. El monumento se develará el día de hoy en el escenario, sobre una base provisional a la que fue atornillada a la carrera.
Comienza al gran show. El maestro de ceremonias anuncia con voz cavernosa a la inmortal Fey. El público brinca, grita y llora de la emoción. Ella salta desde el interior de un pastel de queso de bola gigante vistiendo un traje realizado con las envolturas rojas del famoso lácteo. El set comienza con Azúcar Amargo, llega a Gatos en el balcón, se retuerce en Popocateptl, se pierde en canciones de su último disco que el público nomás no se sabe y termina con las voces de diez mil personas al coro de tú mi complemento, mi media naranja mientras niños y niñas con disfraz de marquesita desfilan sobre el escenario sosteniendo luces de bengala. Locura total. Exitazo.
La cantante agradece al público y declara su amor por Chetumaldito. El maestro de ceremonias agradece a Fey por compartir su talento, luego toma el micrófono para presentar a la ganadora del concurso de poesía. Ha ganado la misma mujer de los poemas rimados, ahora con un libro de poesía infantil dedicada al queso de bola. Todo se detiene de golpe cuando el alcalde irrumpe en el escenario entre aplausos y vítores de colaboradores cercanos que se encuentran en la zona vip, justo debajo del escenario.
El alcalde toma el micrófono mientras Fey baja a tomarse fotos con los funcionarios públicos. Da las buenas noches, pregunta al auditorio si se la están pasando bien. Miles de voces afirman al unísono. Un mismo sentimiento, un solo corazón. Embriagado de clamor popular le comunica su sorpresa a la concurrencia y toda la gente le ovaciona. Los miembros del staff empujan con todas sus fuerzas la base con rueditas en donde fue atornillada torpemente la gran bola de bronce. Los reflectores, las cámaras de televisión, todas las transmisiones en vivo enfocan al alcalde junto al armatoste cubierto por una tela negra.
Jala la capa, pero esta no cae a la primera, hace un segundo intento que no hace más que tensar la tela, así que da un tercer jalón definitivo acopiando todas sus fuerzas en ello. La esfera de bronce vence los tornillos que la mantenían en su sitio y rueda del escenario hacia el público.
Cae sobre Fey y el secretario de cultura municipal. Ambos pierden la vida al instante. Las vallas que dividían la zona VIP del resto de la gente sucumben ante la marcha del queso de bronce sólido. Una viejita, una pareja de adolescentes enamorados, un camarógrafo de la televisión local, un vendedor de micheladas y una mujer embarazada también mueren aplastados. La Feria del Queso de Bola de este año termina de manera funesta, entre gritos de horror y llantos. El alcalde huye del lugar de los hechos.
Al día siguiente el escándalo cobra dimensión nacional. Todos los noticieros hablan de Chetumaldito y transmiten videos grabados con celulares que las personas sobrevivientes subieron al tik-tok. Un diario de nota roja publica una crónica de los hechos bajo el título de “La noche del quesazo”. El alcalde es removido de sus funciones por el cabildo. La fiscalía del estado lo acusa de homicidio culposo y lo encuentra culpable. Todo en menos de 24 horas.
No logra su reelección. Ni siquiera puede presentarse como candidato, aunque su partido vuelve a ganar los comicios. Todo tiene queso de bola en Chetumaldito. Incluso los muertos. Incluso el dolor y la memoria.
Pasan los meses, las familias son indemnizadas y la situación se calma poco a poco. El responsable se pudre en la cárcel y eso sacia la sed de justicia de la sociedad. Pasan los años, pero la famosa Feria del Queso de Bola deja de realizarse en respeto a las víctimas. La enorme bola de bronce es fundida y convertida en una estatua de Fey sosteniendo un micrófono. Esta se instala junto al kiosco de la explanada. En la base, en una placa de bronce se puede leer lo siguiente:
Respiro mi destino sé lo que vendrá
Pasión que enciende el alma ganas de volar
Sentada frente al sol sin nada que ocultar
Respiro mi destino sé lo que vendrá
Se trata del fragmento de una canción de la difunta cantante, aunque a partir de ahora se le atribuya de manera errónea a la famosa poeta del Queso de Bola, conocida por ganar tantas veces aquel concurso literario que jamás volvió a convocarse. Tropo
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Imagen tomada del sitio web https://soundcloud.com/sidaryrovirosa/fey-la-fuerza-del-destino
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Saulo Aguilar Bernés. Chetumal, 1993. Autor del libro “Cosas del juego” (Capítulo Siete, 2019). Sus relatos aparecen en revistas como Círculo de Poesía, Blanco Móvil, Letralia y Plástico, así como en diversas antologías nacionales. Un par de estos fueron traducidos al polaco y al italiano. Becario del programa Interfaz en narrativa (2017) y del programa Jóvenes Creadores del FONCA (2020) en cuento. Finalista del certamen internacional para publicación de libros Región-La caída en cuento (Ecuador, 2022). Mención de honor en el concurso internacional de cuento Camino de Palabras (Argentina, 2022).