Agustín Labrada
Luciano Núñez entra al ruedo literario con su libro Tan lejos y otra vez en casa mostrando una gran inclinación lírica y una suave musicalidad, en poemas que se expanden en tres líneas temáticas definidas, con transparencia de lenguaje y emociones que emergen como la luz, fruto de lecturas y vivencias, y del talento sensible.
Empleando el verso libre, con una cadencia hipnotizante, el autor introduce a los lectores en tres de sus universos: el recuerdo surcado por nostalgias con algunas referencias a su niñez argentina, el amor como deseo erótico y plenitud sentimental en sus diversas perspectivas, y las reflexiones que le deja el mundo tras haber vivido.
Hay una introspección y hasta un desdoblamiento para navegar por este pasado que justifica hoy al poeta, y ello se expresa entre un discurso directo, de matices coloquiales y una ligera, aunque efectiva metaforización, que embellece a los textos, pero con la claridad requerida para que puedan ser entendidos hasta generar un diálogo.
Estoy buscando un saco
para una boda o un funeral.
Sin rostro,
intentas ayudarme,
pero no comprendo tu nuevo idioma de silencios.
Lo único que permanece nítido es el fútbol:
estás en el campo pateando la pelota,
lanzándome un tiro al arco desde la eternidad.
Esta conversación con el niño que fue y ese regreso a la inocencia signan la primera parte del poemario, donde figura una zona idílica y fundamental de formación y descubrimientos, que se rescata aquí de cualquier oscuridad, en un homenaje a lo cotidiano con sus aromas y sonidos, legitimando el valor de lo que ya no está.
El magnetismo que se desprende de estas líneas versales atrapa al lector, y a ello se suma la espiritualidad con que se recrea la infancia, la épica que habita detrás de las pequeñas historias y la sencillez con la que siempre se devela algo sagrado. Símbolo de un paraíso que llega en fragmentos o espejismos y en enumeraciones caóticas.
El sendero hacia la escuela junto a Jorgelina.
El canto de las aves azules.
El viento que baja del cerro.
La calma de tu mano
El pan salido del horno.
El grito de gol.
La tarde de luz donde están los amigos.
En la sección central, la más amplia del libro, afloran los textos amorosos, en sus ángulos variados: la soledad del sujeto lírico que rememora a una mujer, la pasión por un sueño que no cristaliza, la experiencia gozosa en un clima de honda sensualidad: toda una arquitectura de situaciones y estados de ánimo que pluralizan la temática.
Todo ello está matizado con el paisaje, no sólo como escenario o trasfondo, sino también con su carga simbólica. De modo que la noche, el otoño, los puntos cardinales, el río, las palomas… adquieren valores plurisemánticos y enriquecen, con algo de añoranza, estas visiones del amor y, como en el resto del libro, hay un dolor sublimado.
He viajado
entre las estrellas más fulgurantes de ese mapa,
cifro mis deseos,
me dejo tragar por tus vacíos….
y me pregunto:
¿Será suficiente mi luz para tu sed?
Al final de este viaje, el héroe lírico se autocuestiona e interroga al entorno, pero las preocupaciones de índole social salen a flote a través de interiorizaciones individuales, desde una psicología autobiográfica, donde los significados de esta escritura se tornan más flexibles y abiertos, sin rehuir del canon universalista que la antecede.
Existe una intención de establecer contacto con la retórica precisa desde un papel de testigo. Son puentes inconclusos que revelan una inquietud y hasta cierto misterio, edificados con palabras limpias, y en esa diafanidad radica parte del hallazgo con que el autor expone sus reflexiones que, a su vez, están dotadas de profundidad.
La guerra ya se extinguió
¿Dejaremos algún día el campo de batalla?
En estos versos no se rehúye de la tropología, pero sí del barroco a través de imágenes casi siempre sensoriales, de una rica plasticidad, por donde discurren miradas interiores y sentimientos que perduran. Se entrega aquí un testimonio sublime donde se traslucen la autenticidad de la confesión y la belleza labrada de las estrofas.
Así, recurriendo a referentes literarios de la tradición occidental y a la búsqueda de una expresión que lo singularice, Luciano explora las posibilidades del idioma, usa comedidamente las figuras retóricas, rescata de su memoria esos instantes contundentes que marcaron sus días y merecen una traducción estética, una red contra el olvido.
Esta vitalidad que se desborda sólo es posible en alguien que asuma la existencia como un desafío y un placer, lo cual les confiere disímiles connotaciones a estos vocablos con lo que se dibuja un orbe con sus laberintos, pero también con su esplendor, sus códigos de luces y sombras, su entramado melódico y su verdad.
______________________
Prólogo del libro Tan lejos y otra vez en casa de Luciano Núñez (Tucumán, Argentina, 1976) publicado en 2019 por editorial Vleer. Se publica con autorización del editor.