Estamos viendo un puerto
desaparecido en las cartas de marear.
Hay algas parduscas sobre la costa
y cangrejos que se alimentan de los restos lavados en la arena.
No hay nombre para decir esta situación intermedia de las aguas
ni el placer de haber visto el sol ponerse entre hierbas de otramar.
Los flamencos siempre vuelven a sus lagunales
y pastan diminutos camarones, lo escuchamos en la radio.
En San Crisanto mediste por última vez el salor de estas regiones.
Aquella tarde nos bañamos en un cenote de peces gigantes
y entre los manglares me dijiste que mis ojos eran verdes.
Ahora nos tambaleamos en esta tierra arcillosa y gris.
El frío ha llegado y las hojas están cayendo de los árboles.
Caminamos por una avenida y nuestros pies picotean
entre la hojarasca, diminutos crustáceos que no están aquí.
David Anuar (Cancún, Q. Roo, 1989). Poeta, dramaturgo y traductor. Licenciado en Literatura Latinoamericana (UADY, 2013) y maestro en Historia (CIESAS, 2018). Becario del PECDA (2012, 2015) y de la Fundación para las Letras Mexicanas (2018-2020). Ganador del Concurso de Cuento Corto Juan de la Cabada (2011), del Premio Francisco Javier Clavijero a la mejor tesis de maestría (2019). Autor de Memoria de Gabuch (2020, ICAQROO). Editor de la antología Contramarea. Breve antología de poesía joven de Quintana Roo (2017, Plataforma Colectiva), y de la obra completa de Adriana Cupul Itzá, Y mi cuerpo no ha muerto. Poesía recuperada (1993-2002) (2019, IMCAS).